Acabo de oir que nuestro cerebro tiene un limite.
Que si fija la atención en un punto es incapaz de ser consciente de todo lo que pasa alrededor.
Así que mientras escribo estas líneas probablemente mis muebles me hacen la burla y Maloe, mi aloe vera, baila al ritmo de la canción de 9 semanas y media.
Mientras repaso lo escrito mi compañero de piso, el budha tallado en madera, puede que aproveche para estirar las piernas.
Así que ahora siento la gran responsabilidad de ser muy consciente de donde estoy poniendo toda mi limitada atención...
7 comentarios:
O pasa todo eso a tu alrededor o también pudiera ser que en realidad no estés nada concentrada en lo que nos estás escribiendo, o sea, que estás pero no estás, y que divides la atención entre el aloe, el Buda, la ventana y dios sabes cuántas cosas más.
Haz el favor de estar por lo que hay que estar! ;)
besos concentrados! (como don simón)
jajajajajajaaj india... todo es posible!!
oye! lo de la ventana... de donde ha salido?
Yo por eso nunca me concentro y hago todo sin pensar (además, le da más espontaneidad, jaja).
juanma! brindo por la espontaneidad, y por su hermana la sorpresa!
:) muac!
Coño, desde que he leído esto, no aparto la vista de unas estatuillas de un par de chinos sentados, esperando a ver si se levantan a hacer pis.
Con la palícula tan chula que hacíoan el otro día, no pude ni verla ...
jajajajajaj luigi! no se moveran si les miras!! tienes que pillarlos infragantis!
ahhhh, que pillos, por eso no se movían ... pues tendrán la vejiga a punto de reventar, porque no les he quitado el ojo en un buen rato!
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