3.2.10

revolución hormonal

Ni poesía, ni filosofía, ni vamos a darle otra vuelta al mundo ni leches.

Nada peor que saber que por culpa de unas hormonitas que salen de shopping a pasear por tu cuerpo una vez al mes te puedes largar a llorar sin sentido por absolutamente nada. Ni hablar de si además te complican el día.

Llevo todo el día imaginando a esas hormonitas, vestidas super cool_ñoñas_cursis de puntillas en mi hombro susurrándome al oido todas esas tonterias que hoy me ponen gris.

Es absurdo, es ridiculo, es todo eso y mas... y hoy, si señores, hoy quiero mi derecho al pataleo, al más puro estilo niña consentida. Y punto.

y al que no le guste que se de una vuelta, yo la pago.

3 comentarios:

LaQueEscribe dijo...

malditas hormonitas hijas de la mil......

Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

Malditas sean, pues!
Más que revolucionar, apagan a una... y la ponen tontorrona... :(
Besos de ánimo
(Voy a necesitar su apoyo, dulce LYR... entre en mi cabaretito y verá... yo también ando triste, y no por un asunto hormonal prcisamente)

JuanMa dijo...

¿Puedo patalear yo también? (Y encima yo no tengo excusa...).

Un beso.